Documento

BDDH383 Ir a BDDH  |||| Buscar en el texto    
Código de identificación BDDH383
Nombre del responsable

Alejandro Alvarado Fernández [fecha primera versión 2023]

Fecha de última grabación

25/04/2024

Autor

Pineda, Juan de (O.F.M.) [1]

Título

Los treinta y cinco diálogos familiares de la agricultura cristiana [2]

Variantes del nombre del autor

Fray Juan de Pineda [3]

Juan Pérez de Pineda [4]

Joannes de Pineda [5]

Variantes del título

Los treynta y cinco dialogos familiares de la agricvltvra christiana [6]

Los treynta y cinco diálogos familiares de la agricultura christiana [7]

Diálogos familiares de la agricultura cristiana [8]

Primera [-y segunda] parte de los treynta y cinco diálogos familiares de la Agricultura cristiana [9]

Primera parte [y segunda] de los treynta y cinco diálogos familiares de la Agricvltvra Christiana [10]

Agriculturam Christianam in Dialogos trigintaquinque [11]

Primera [y segunda] parte de los treynta y cinco diálogos familiares de la agricultura christiana [12]

Fecha de nacimiento autor

c. 1521 [13]

Fecha de muerte autor

c. 1599 [14]

Lugar de nacimiento autor

¿Madrigal de las Altas Torres? (Ávila, España) [15]

Lugar de muerte autor

Medina del Campo [16]

Actividad profesional autor

Fraile franciscano, predicador, teólogo, lector de filosofía y teología [17]

Fecha/Siglo

1589

Tipo de producción

Original

Difusión

Exenta

Materias

Catequesis.

Teología.

Varia lección.

Temas secundarios

Agricultura

Alimentación

América

Amor

Anatomía

Antropología

Aritmética

Armas y letras

Arquitectura

Artes de bien morir

Artes de gobernar

Ascética

Astrología

Astronomía

Biología

Botánica

Cirugía

Controversia religiosa

Cosmografía

Cosmología

Costumbres

Cristianismo

Crítica de costumbres

Crítica social

Derecho

Dietética

Edades de la vida

Educación

Emblemática

Escatología

Escritura

Espiritualidad

Estados civiles

Estamentos

Ética

Fama

Farmacia

Filosofía moral

Filosofía natural

Geología

Geometría

Gramática

Guerra

Herejía

Historia

Honor

Islam

Judaísmo

Juegos

Lengua

Locura

Magia

Matemáticas

Medicina

Melancolía

Mística

Mitología

Mujer

Música

Naturaleza

Negocios

Numismática

Oficios

Órdenes militares

Órdenes religiosas

Profesiones

Pintura

Pobreza

Poética

Religión

Retórica

Sucesos particulares

Superstición

Teatro

Teoría de la historia

Teoría de los saberes

Textos sagrados

Traducción

Número de interlocutores

9 [18]

Interlocutores

Nombre: Filaletes
Categoría: Religioso. Viejo. Teólogo. Fraile. Erudito. Representante de estamento [19]


Nombre: Filótimo
Categoría: Representante de oficio o profesión. Médico. Casado [20]


Nombre: Pánfilo
Categoría: Joven. Estudiante. Noble. Caballero. Representante de estamento [21]


Nombre: Policronio
Categoría: Viejo. Noble. Militar. Capitán. Representante de estamento. Casado [22]


Nombre: Andrónico
Categoría: Soldado. Militar [23]


Nombre: Ferénico
Categoría: Soldado. Militar. Caballero [24]


Nombre: Polígamo
Categoría: Poeta. Casado. Caballero [25]


Nombre: Mariscal
Categoría: Militar [26]


Nombre: Marquillos
Categoría: Criado. [27]

Enunciación

Enunciación directa

Lenguas del texto

Castellano. Latín. [28]

Repertorios bibliográficos

Antonio, N. Nova, p. 760

CCPB, CCPB000030807-2 [1ª parte] y CCPB000030808-0 [2ª parte] [29]

Ferreras. Diálogos, n. 81

Ferreras. Dialogues, p. 38

Gómez, n. 122

IT\ICCU\RMLE\012589 [1ª parte]

IT\ICCU\RMLE\011906 [2ª parte]

IT\ICCU\TO0E\035742 [1ª y 2ª parte]

IT\ICCU\TO0E\035743 [1ª y 2ª parte]

Palau, XII, p. 249

Rhodes, pág. 156.

Ruiz Fidalgo, Salamanca, n. 1286

Salvá, II, n. 3976 [30]

Wilkinson. IB, n. 14834 [1ª parte] y n. 14835 [2ª parte]

OTROS: Juan de San Antonio (O.F.M.), Bibliotheca universa franciscana, Matriti, Ex Typographia Causæ V. Matris de Agreda, 1732, 2, pág. 203.

Tipo de testimonios

Impresos

Impresos

Código: 1
Autor: Pineda, Juan de (O.F.M.)
Título: Los treinta y cinco diálogos familiares de la agricultura cristiana
Lugar: Salamanca
Impresor: Pedro de Adurça y Diego López
Año: 1589
Descripción: Elaborada por Alejandro Alvarado Fernández y María Casas del Álamo [BDDH383DI1v1 - 192KB]  
Ejemplar digitalizado: Madrid. Nacional: U–8164-65 (Colección Usoz, ant. U–9651-52).
Link: bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000085028

Ediciones modernas

Código: 1
Autor: Pineda, Juan de (O.F.M.)
Título: Diálogos familiares de la agricultura cristiana, I-V [31]
Responsable: Juan Meseguer Fernández (O.F.M.)
Publicación: Madrid, Editorial Atlas, 1963-64 (BAE, tomos 161, 162, 163, 169 y 170).

Notas

[1] En Ruiz Fidalgo, BNE, RAH, Meseguer. Con todo, muchos repertorios no incluyen su pertenencia a la orden franciscana como parte del nombre, por ejemplo Salvá, Rhodes y Wilkinson. El catálogo de la BNE ofrece dos autoridades distintas para el mismo Juan de Pineda: "Juan de Pineda (m. 1539)" y "Juan de Pineda (O.F.M.) ca. 1521-ca. 1599". Las obras que posee la biblioteca se distribuyen por títulos entre ambas autoridades, que claramente son fruto de una confusión que divide en dos a un solo autor. Al margen de estas nomenclaturas, como advierte Meseguer (1963, pág. VIII), Pineda es un nombre común desde mediados del siglo XVI hasta finales del XVII, pero hay dos homónimos con los que es muy fácil confundirlo: "Juan de Pineda, sevillano, jesuita, exégeta y teólogo (1558-1637)" y "Juan Pérez [de Pineda], protestante sevillano, que al descubrirse el foco luterano de Sevilla el año 1557 huyó de España, adonde no volvió más". El sevillano debió de nacer hacia 1500 y sus obras fueron condenadas por Valdés en el índice de 1559. Es conveniente conocer el caso para no mezclarlos por accidente.

[2] La obra está dividida en dos partes, publicadas el mismo año en Salamanca, en la imprenta de Pedro de Adurça y Diego López, en sendos volúmenes. Cada una de las partes presenta un encabezado que dicta "Primera [o Segunda] parte de", al que sigue el título de la obra. La primera parte contiene los dieciseis primeros diálogos, la segunda los restantes. Cada diálogo dura alrededor de una jornada, hasta entrada ya la noche, y tiene lugar generalmente en casa del maestro Filaletes o, pocas veces, en la quinta de Policronio. Es habitual que la conversación empiece con un aldabonazo en la puerta de Filaletes y que se prolongue durante la comida, convertida al momento en escena y tema de la plática; también discurre alguna vez a lo largo de un paseo: al río en la quinta de Policronio –diálogo tercero–, cabe un mural en casa de Filaletes –diálogo quinto–. Los intervalos temporales entre jornadas son variables; lo normal es que se suspendan de un día para otro, pero también sucede que pasan dos meses –del vigesimoprimero al vigesimosegundo, sin explicación– o un tiempo largo e indefinido –entre el trigesimoprimero y el trigesimosegundo, debido a que Pánfilo y Policronio han sido llamados a las armas contra Portugal–.

[3] Palau, Nicolás Antonio, Gómez y Ferreras lo recogen así.

[4] Meseguer identifica a Juan de Pineda con un estudiante salmantino registrado como Juan Pérez de Pineda el curso de 1536-37. Supone Meseguer que Pineda no habría empleado nunca el patronímico por miedo a que le confundieran con el luterano sevillano. Debo agradecer a María Casas del Álamo la noticia de un pleito en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid en el que un librero vallisoletano reclama el pago de unos ejemplares a un vecino de la localidad en 1592. En este documento, se atribuye la Agricultura Cristiana a Juan Pérez de Pineda, lo que apoya la hipótesis de Meseguer sobre el nombre del autor.

[5] Fr. Juan de San Antonio lo incluye con este nombre en su Bibliotheca Universa Franciscana (1732, pág. 203).

[6] Es el título de las portadas originales de 1589, precedido del "Primera [o segunda] parte de".

[7] Lo recoge así Lorenzo Ruiz Fidalgo (1994, n.1286).

[8] Título que recibe la obra en la edición de Juan Meseguer Fernández en la Biblioteca de autores españoles, 1963-64, tomos 161, 162, 163, 169 y 170.

[9] Así la recoge la BNE en su catálogo.

[10] Título que da Palau a la obra en su repertorio (XII, pág. 249).

[11] Título en latín de la Bibliotheca Universa Franciscana de Fr. Juan de San Antonio (1732, pág. 203).

[12] Título que figura en la descripción material de la obra que se ha elaborado para esta ficha.

[13] Meseguer, para precisar una fecha difusa que apunta generalmente a la década de 1520, recurre a una identificación bien argumentada entre el autor y uno de sus personajes, Filaletes, que sería un trasunto de Pineda. Así, por un lado, suponiendo que los diálogos se escribieran entre 1578 y 1580 –la aprobación es de 1581– y que Filaletes dice tener cincuenta y ocho años, Pineda habría nacido hacia 1521. Para apoyar esta delicada hipótesis, Meseguer cruza los datos con el registro de la Universidad de Salamanca, que consigna el inicio de los estudios de un Juan Pérez de Pineda el curso de 1536-1537; de modo que, de haber nacido hacia 1521, Pineda tendría unos dieciséis años en el momento de comenzar su andadura universitaria, quizá un poco tarde, sin dejar de ser una presunción bastante razonable según los estándares de la época.

[14] Las fechas que se manejan pertenecen a la última década del siglo XVI. Según Meseguer, tuvo que ser posterior a 1596, fecha de la segunda edición de su Vida y excelencias maravillosas del glorioso San Juan Baptista, que se imprime en Barcelona, al parecer, sin su supervisión, vencido el último privilegio que le concediera Felipe II en 1585. Para Meseguer, las circunstancias de esta edición no bastan para dar por fallecido al franciscano y sitúa la fecha más próxima al final del siglo, siguiendo a otros cronistas de la orden, que hablan de un Pineda octogenario. Lo que es claro es que en 1602, cuando se solicita un privilegio para imprimir la Vida y excelencias maravillosas del glorioso San Juan Baptista en Medina del Campo, Pineda ha muerto ya, puesto que así lo declara el P. Cepeda, que es quien lo solicita.

[15] La polémica sobre el lugar de nacimiento de Juan de Pineda se da entre Medina del Campo, Valladolid, la villa de Horcajo de las Torres y Madrigal de las Altas Torres. Según el resumen de Meseguer, que recoge informaciones de Blanco, aquellos que defienden el origen vallisoletano o medinense del autor se apoyan en la autoridad de Lucas Waddingo, primero que hace tal afirmación. Lo toman de él Juan de San Antonio, N. Antonio, Melchorri de Cerretto, Hurtado-Palencia, Eiján, Gomis, Cejador y Ocharan (Meseguer, 1963, pág. XI). Contra esta afirmación, llama la atención el silencio de Juan López Osorio en su Principio, grandeza y caída de la noble villa de Medina del Campo, que no menciona a Pineda entre los varones ilustres de la ciudad. Lo mismo sucede entre los cronistas vallisoletanos, Casimiro González García y Valentín Picatoste (Meseguer, 1963, pág. XI). Otra hipótesis es la de Horcajo de las Torres, pueblo abulense que señalan dos autores: el P. Sobremonte, que no aporta dato ni documento, y el autor anónimo de unas "Noticias de la provincia de la Concepción", año 1679-80, en quien cabe depositar la confianza por ser coevo del franciscano –la transcripción de estas Noticias y del aporte de Sobremonte pueden leerse en Meseguer (1963, págs. XI-XII)–. No obstante, apoyándose de nuevo en el texto al identificar el personaje Filaletes con Pineda, Meseguer toma sus afirmaciones como biográficas y, por lo tanto, ve claramente cómo el apego al terruño apunta hacia Madrigal en un número considerable de pasajes. El argumento autobiográfico es débil tomado por sí solo, aunque la acumulación de datos verosímiles, cruzados con datos documentales como el citado registro universitario, contribuyan a dar solidez a la lectura de este estudioso, quien siempre mantiene la cautela y mide con cuidado las posibles implicaciones de las alusiones. Por desgracia, el libro de bautismos más antiguo de Madrigal comienza en 1535, por lo que no es posible comprobar si Pineda nació allí; y esto en caso de que las fechas de nacimiento estimadas sean correctas. Al mismo tiempo, y manteniendo la presunción autobiográfica, también es posible aceptar que naciera en Horcajo de las Torres, muy próximo a Madrigal, y que se criara en la villa vecina, de compatriotas más ilustres, como Alonso Fernández de Madrigal, el Tostado, de quien Filaletes presume ser coterráneo.

[16] Siguiendo a Juan de San Antonio y a otros cronistas, Meseguer señala su fallecimiento y sepultura en Medina del Campo, en el convento de San Francisco que sustituyó al incendiado al comienzo de las revueltas comuneras en 1520, que a su vez ardió durante la invasión francesa y cuyos restos son hoy una escuela infantil.

[17] Según Meseguer (1963, págs. XV-LXVII), es probable que ingresara en la Universidad de Salamanca en el curso 1536-37, pues hay registros con su nombre que concuerdan por las fechas, según los cuales obtuvo el grado de bachiller siguiendo el plan de estudios habitual de tres años –súmulas, lógica y filosofía natural y moral– entre 1536 y 1539. Tras conseguir el título en 1540, empezó Teología con un primer curso de Sentencias. Estos segundos estudios no constan más allá de ese primer curso, si bien es verdad que los registros de la Universidad para esas fechas están incompletos, por lo que es probable, dado el amplio conocimiento de la doctrina de Santo Tomás que demuestra en sus obras, que los terminara antes de ingresar en la orden franciscana. No se sabe con detalle dónde ni cuándo vistió el hábito, aunque era bastante normal que este paso se produjera tras acabar los estudios universitarios. Se sabe que se hizo predicador, profesión sobre la cual teoriza a menudo en sus textos. En torno a 1570, según algunos cronistas de la orden, pidió el traslado de provincia, de Santiago a la Concepción, e ingresó en el convento de San Francisco de Valladolid. Es seguro que en 1574 ya estaba adscrito a dicho convento, como puede leerse en la portada de su Vida y excelencias maravillosas del glorioso San Juan Baptista, impresa en Salamanca en casa de Gaspar de Portonariis. Por lo que puede interpretarse entresacando alusiones de sus textos, el traslado de 1570 probablemente tuviera que ver con un incidente que mezcló envidias y denuncias entre compañeros, suceso amargo que le fue apartando poco a poco de la predicación. También debió de ser lector de filosofía y teología, como lo prueban algunos de sus manuscritos sobre cuestiones de esa índole, que parecen parte de sus explicaciones de cátedra.

[18] Son siempre cuatro los interlocutores simultáneos, excepto en el diálogo trigésimo, en el que hay cinco. Los cuatro habituales, presentados por el autor en el prólogo, son Filaletes, Policronio, Pánfilo y Filótimo, acompañados casi siempre del silencioso criado de Filaletes, Marquillos. En los diálogos segundo y tercero, Andrónico y Ferénico, amigos de Policronio, sustituyen a Pánfilo y a Filótimo como invitados en casa del maestro. En el quinto es Polígamo quien sustituye a Pánfilo como cuarto interlocutor. Como última anomalía, en el trigésimo se une Mariscal como quinto dialogante. De los diferentes personajes se van desgranando detalles biográficos por las aproximadamente mil seiscientas páginas en folio a doble columna.

[19] De él se dice en el prólogo: "Quiere decir amador de la verdad, y tal se muestra en todo lo que dice y hace, como hombre teólogo y de vivencia religiosa; contento con su pobreza y olvidado de los pundonores mundanos; y él es el que determina las materias principales, y todos se le rinden y frecuentan su casa, no tanto por ser enseñados en letras como en virtud; y con el ejemplo de sus obras hace más provecho que con la doctrina de sus palabras, que es la condición de los buenos maestros y predicadores". Como maestro, tiene los parlamentos más largos y cuajados de referencias. Se dice compatriota de Alonso de Madrigal, el Tostado (129 r., I). Por identificarse a este personaje con Pineda se le supone de esa localidad. Dice tener cincuenta y ocho abriles (1 r., II). Fue predicador, como recuerda en varias ocasiones, por ejemplo al hablar del Corpus Christi en la ciudad aragonesa de Daroca (11 r., II). Se insinúa que los poderosos, en este caso los rectores de un Colegio sevillano, no favorecen a Filaletes cuando claramente lo merece (18 r., II). Dice acumular cuarenta y cuatro años de estudio escolástico.

[20] De él se dice en el prólogo: "Quiere decir ambicioso, por representar tal este médico y hombre liviano y no muy sabio en su arte; mas es regocijado y bien acondicionado: que a veces, con el pecado de su ambición, con que se deshace por verse honrado, da molestia; y a veces, con su buena conversación, regocija la plática; y él es el que se da de ellas con Pánfilo y, a veces, con el viejo Policronio, por sufrirlo el decoro de un mancebo y de un viejo ríspido y desenvuelto, mas nunca con el maestro Filaletes, varón sabio y grave y religioso". Como Filaletes, no es andaluz (104 r., I), sino natural de Castilla (114 r., I), de cerca de Astorga. Es un tanto irreverente en ocasiones. Antes de estudiar medicina, cursó algunos años de teología, la cual abandonó por no poderse mantener, de la cual, sin embargo, recuerda lo suficiente como para discutir de teología con el maestro en ocasiones. Filótimo destaca que se le tiene en mejor opinión desde que habla con Filaletes (19 v., II). Como representante de la medicina, se hace bastante crítica de la profesión a su costa. Los encontronazos con Policronio y Pánfilo son numerosos, pero no llegan a cancelar la amistad ni el diálogo. Toma habitualmente la palabra en las cuestiones médicas. Como casado, tiene mucho que decir al respecto cuando se presenta la ocasión.

[21] De él se dice en el prólogo: "Un mancebo de dieciocho o veinte años muy hermoso y virtuoso y rico y generoso, y muy amigo de saber letras y de tratar con virtuosos, y criado por una madre viuda y celosísima de la virtud y honestidad en sí y en los suyos, y en tanta manera que con lo que el hijo la platicó de los aprovechamientos de sus estudios en la virtud, ella dejó sus riquezas y se metió en religión, en lo cual se representan las viviendas de los hijos y de las mujeres viudas, y el cómo ellos han de entrar en el mundo y cómo ellas han de salirse de él; y así como el nombre de Pánfilo quiere decir todo amable, hay en este mancebo cuerpo hermoso y alma santa, virtudes muy amables". Pánfilo es andaluz (282 r., I) y generalmente guarda silencio, como buen iniciado en los estudios y pupilo de Filaletes. Sin embargo, también toma la palabra cuando es su turno en largos parlamentos de historia, filosofía y mitología, o cuando polemiza con Filótimo. Es familiar de Policronio, noble y rico. Como a Policronio, hacia el final de los diálogos, entre el trigesimoprimero y el trigesimosegundo, es llamado a las armas por el conflicto con Portugal.

[22] De él se dice en el prólogo: "Quiere decir hombre de mucho tiempo y muy viejo, cual este aquí se introduce, y noble caballero y gran rico y mal acondicionado y hombre que ha vivido con soltura y daño de sus vecinos; mas ya conociendo su perdición se ha dejado de aquello y se ha comenzado a dar a las letras y al ejercicio de la virtud con la compañía del maestro Filaletes, si no tan de veras que no requeme a veces como cebolla, venciendo de su ríspida condición". Sentencioso y exagerado –generalmente exagera ingenuamente lo que dicta Filaletes–. Noble, antiguo juez (132 v., I), corregidor y capitán. Andaluz, cordobés, como sus amigos Andrónico, Ferénico y Polígamo. Policronio se arrepiente de más de treinta años de vida disoluta (14 v., II). Se lamenta constantemente de su vejez y de no haber empezado antes el buen camino, como ha hecho Pánfilo (23 v, II). Está casado y también opina firmemente sobre esta circunstancia cuando toca. Es familiar de Pánfilo y también acude a la guerra con Portugal cuando les convocan a ambos.

[23] Compañero de armas de Policronio, interviene en los diálogos como representante de la soldadesca en activo. Su nombre guarda relación con el concepto de hombre victorioso.

[24] Como Andrónico, compañero de armas de Policronio, también interviene como representante de la soldadesca. Su nombre podría relacionarse con un personaje de Plutarco de poco éxito militar, como contrapeso de Andrónico.

[25] Literato de la sociedad sevillana en la que parecen ubicarse las conversaciones, es amigo de Policronio y un interlocutor clave para el asunto de la mujer y el matrimonio, puesto que ha estado casado en varias ocasiones, como su propio nombre da a entender.

[26] Militar de alto rango, amigo de Policronio y Pánfilo, viejo conocido de Filaletes, se presenta en el diálogo trigésimo con grandes conocimientos y memoria, preocupado por la inminente guerra con Portugal. En las disputas entre Policronio, Pánfilo y Filótimo se muestra conciliador, promoviendo el acuerdo entre las partes.

[27] Este criado de Filaletes, aunque no tiene voz, es interpelado en reiteradas ocasiones, si no como hablante, al menos como oyente, por lo que podría considerarse que forma parte de la ficción conversacional que comparten los personajes. Son muy frecuentes intervenciones como esta: "Filótimo.- Quitaos de ahí, que no tenéis igual. Mas, hola, Marquillos: no te descuides de nos hacer del ojo en pareciéndote ser hora" (6 r., II).

[28] En latín solo hay citas o muy breves pasajes, inmediatamente traducidos.

[29] Se consideran la primera y la segunda parte como dos ediciones diferentes.

[30] Solo la primera parte. En Ruiz Fidalgo, por errata, se remite al tomo I.

[31] El primer volumen comienza con un estudio del responsable de la edición titulado "Introducción. Juan de Pineda, ¿1521-1599? Clásico de la lengua", págs. V-CXXIII.

Bibliografía

Elaborada por Alejandro Alvarado Fernández [BDDH383Bv1 - 395KB]  

© Instituto Universitario Menéndez Pidal. Todos los derechos reservados.413254 visitas