[1]
A falta de un título unificado en los manuscritos que contienen el diálogo, se escoge como vulgata el título de la edición de 1949, que es la más reimpresa y citada. A pesar de estar este diálogo copiado en manuscritos que también contienen otros textos, la difusión se considera exenta porque el cuerpo principal de cada uno de los testimonios lo ocupa el diálogo en cuestión, mientras que los añadidos son noticias relacionadas con Córdoba que a los diferentes copistas les parecieron lo suficientemente interesantes como para incluirlas a modo de anexo. Sin embargo, estos materiales anejos no se repiten entre los diferentes manuscritos, excepto en los testimonios conservados en la Real Academia de la Historia, que incluyen los mismos añadidos porque copian al pie de la letra de un mismo manuscrito que ya los contenía.
[2]
Título del manuscrito 9-5584 de la RAH.
[3]
Título del manuscrito 9-5739 de la RAH.
[4]
Título del manuscrito 58-5-12 de la Biblioteca Capitular y Colombina.
[5]
Título del facsímil publicado en Córdoba, Publicaciones Obra Social y Cultural CajaSur, 2003.
[6]
Título que da Rafael Ramírez de Arellano a la copia perdida que él poseía (Ramírez de Arellano, 1922, pág. 180).
[7]
Título de la edición publicada en Granada por Antonio Rivas Morales en 2001.
[8]
La obra está fechada a principios del siglo XVII, por lo que es de suponer que el autor nació en el siglo XVI y falleció en el siglo XVII, si bien, al no estar confirmada su identidad (a pesar de las atribuciones de autoría), no es posible dar fechas concretas.
[9]
Atribuido por Luis Sala Balust (1950, pág. 267). Según Sala Balust (1950, pág. 267) “la coincidencia casi literal de la mayor parte de los 'casos' avilinos de la obra cordobesa con los que deponía Sebastián de Escabias, S. I., en el proceso informativo de Jaén para la beatificación y canonización del P. Ávila” nos permite suponer que él es el autor. Más adelante ofrece otro argumento: Colodro y Escusado, sin ser parientes, indican que su abuelo es Sebastián Ruiz de Escabias y Alcudia, un descuido por parte del autor que, confundiendo a los dos mercaderes, nos deja entrever quién se encuentra detrás de esa doble primera persona que habla (1950, pág. 271, n. 18). En otras ocasiones la autoría de la obra se ha atribuido a Juan Lucas del Pozo, Pedro Díaz de Rivas, Valladares de Valdelomar (como sugería Rafael Ramírez de Arellano) o Martín López Rubio, pero Sala Balust es el único que utiliza argumentos sólidos y un análisis detenido del texto.
[10]
Fecha indicada en el texto (“y viva felices años, y este es el de 1618”, manuscrito RAH 9-5739, f. 161v). Sin embargo, dado su carácter misceláneo, algunos de los relatos podrían haber sido añadidos posteriormente. Al final de uno de los manuscritos (RAH Ms. 9-5739) aparece la fecha de 1627 y un suceso, el de los mártires de Aroja, que acaeció en 1628. No obstante, este es un añadido posterior, en latín, y todos los casos contenidos en el cuerpo del relato son anteriores a 1618.
[11]
Las referencias al Padre Ávila, a la ciudad de Córdoba y a sus personajes más famosos constituyen el único hilo conductor en una obra en la que predomina la variedad temática. Muchos de los sucesos tienen que ver con San Juan de Ávila, con sus discípulos y con sus enseñanzas. San Juan de Ávila fue un importante sacerdote y escritor español del siglo XVI. Destaca de él su obra ascética (en especial su libro Audi filia, comentario al Salmo XLIV) y el contacto que tuvo con algunos personajes ilustres del ámbito de la espiritualidad del siglo XVI, tales como Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús, Tomás de Villanueva o Fray Luis de Granada, entre otros. Todos los casos están vinculados a su vez con la ciudad de Córdoba, como indica el título. Por último, los sucesos narrados se sitúan en diferentes marcos temporales, desde la Edad Media hasta el propio tiempo en el que se escribe el diálogo.
[12]
La mayor presencia de casos relacionados con San Juan de Ávila hace que la espiritualidad esté presente en un número considerable de casos cuyo argumento principal gira en torno al castigo de un pecado (sobre todo lujuria e ira) como medio para alcanzar una moraleja.
[13]
Los tres personajes tienen, en principio, nombres de tres puertas de Córdoba: Colodro, Escusado y Osario. La relación entre el nombre de Colodro y Escusado y sus respectivas puertas aparece mencionada en el texto, en los primeros capítulos de la obra. El personaje de Lonsario, también llamado Osario (en el manuscrito conservado en la Biblioteca Colombina) solo aparece al final del relato, siendo Colodro y Escusado las dos figuras principales. La intervención de Lonsario parece haberse añadido en una ampliación del texto original, y la parte en la que se inserta no se encuentra en el texto del facsímil publicado en 2003 por Publicaciones Obra Social y Cultural Cajasur. Véase abajo, Ediciones modernas, código 2 y nota 18.
[14]
El CCPBE recoge la referencia de la edición de González Palencia de 1949, pero no la de los manuscritos.
[15]
Escritura del siglo XVII.
[16]
Escritura de finales del siglo XVII o principios del XVIII. Al menos es posterior a 1628, pues la fecha de 1627 aparece, junto con un suceso de 1628, en uno de los añadidos del final del volumen (f. 205v).
[17]
Escritura de finales del siglo XVII o principios del XVIII.
[18]
Se trata de un facsímil de la edición de 1949 de González Palencia. Representa, por lo tanto, el mismo texto: el del manuscrito de la RAH, Ms. 9-5739, que además es uno de los testimonios menos fiables de todos los conservados. En el prólogo a la edición de 2003 el propio Baena indica que este texto se publicó en la editorial Albolafia, pero en la bibliografía que cita esta edición se encuentra como editorial a la Fundación Ruiz Luque.
[19]
Reedita el texto de la edición de González Palencia de 1949, aunque no en facsímil. Sin embargo, reproduce el texto de forma literal, sin cotejar con el manuscrito en busca de posibles errores de transcripción.
[20]
Se trata de una reedición de la de 1982 y, por lo tanto, de un facsímil de la edición de González Palencia de 1949.
[21]
Se trata también de un facsímil de la edición de González Palencia de 1949.
[22]
Dividido en dos volúmenes. El primer volumen es facsímil fotográfico de un manuscrito titulado “Casos raros ocurridos en la ciudad de Córdoba”, de 1758, pero no se menciona en la edición dónde se encuentra el manuscrito original. En el facsímil fotográfico se puede apreciar ya en la letra que esta es diferente de la de los demás manuscritos. Además, el texto difiere en muchas ocasiones del de los otros manuscritos, con el mismo contenido, pero con una redacción ligeramente diferente.
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