Notas |
[1]
“Locución latina que significa por los altares y el hogar: combatir por la patria” (Elías Zerolo, Diccionario enciclopédico de la lengua castellana, Paris, Garnier, 1895, s.v.). Las circunstancias políticas de las que se hace eco el texto (véase nota 8) motivan la teorización sobre el concepto de patria, determinado en gran medida por la definición territorial y religiosa. La expresión surge de un rito de la antigua Roma, hacer sacrificios a los dioses penates en los altares domésticos, y adquirió posteriormente un sentido figurado: ara, -ae (altar) y focus, -i (hogar) se emplean de manera conjunta para incidir en el carácter sagrado del territorio propio. Se traduce, en castellano, como “por la casa y el altar” (Cf. Forcellini digital, s.v. ara, -ae).
[2]
Así firma el autor el texto, publicado únicamente en el diario El Globo.
[3]
Alfonso Botti (2012, págs. 219-220) cita un artículo, “Crónica de París”, publicado en el diario El Globo el 24 de septiembre de 1907, en el que el autor habría firmado bajo el pseudónimo de “Darwin”. Se ha comprobado que este dato es cierto mediante la consulta del número mencionado a través de la hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España.
[4]
Según Alfonso Botti (2012, pág. 179), hubo un periodista, colaborador en El Urbión, llamado R. Gallifa Mayol. Dicho periodista podría corresponderse con el autor del diálogo, aunque esto no ha podido confirmarse.
[5]
Colaborador de El Globo, trabajó como corresponsal de este diario en París (Margarita Merbilhaá, 2015, págs. 253-280). Se conoce su colaboración en varios periódicos de orientación republicana; al menos, los siguientes: El combate: semanario republicano; La voz del Pueblo: semanario republicano radical; La lucha: órgano del Partido Republicano Radical de la provincia.
[6]
El texto se centra en la definición del concepto de patria mediante ejemplificación en las circunstancias políticas de las que se hace eco el diálogo (véase nota 8). Dichas circunstancias se concretan en la adquisición o pérdida de territorio por parte de las naciones: Austria-Hungría se ha expandido, Turquía adolece de serias pérdidas territoriales, Bulgaria es ahora una nación independiente. El territorio es parte intrínseca de la patria y así ha sido a lo largo de la historia. De ahí que se haga mención de la expansión o disminución territorial de otras naciones (se alude, por ejemplo, a la pérdida de las últimas colonias españolas en 1898).
[7]
El texto se hace eco de la crisis política que se vivía en Europa en 1908 (véase nota 8) y se pone de manifiesto la falta de diligencia de los gobernantes en su ejercicio del poder.
[8]
El diálogo refleja la situación vivida en Europa a raíz de la anexión de Bosnia-Herzegovina por Austria-Hungría el 5 de octubre de 1908. Este suceso afectó directamente a Turquía, que ejercía control sobre dicho territorio aunque Austria-Hungría lo llevara ocupando, bajo la soberanía otomana, desde los acuerdos del Congreso de Berlín (1878). El Tratado de Berlín había forzado a la potencia turca a hacer varias cesiones territoriales, entre ellas, el reconocimiento de la autonomía de parte del territorio búlgaro. En este mismo año de 1908, Fernando I de Bulgaria, siendo todavía príncipe reinante y aprovechando la crisis producida por la anexión, declara la independencia de su país y se proclama zar de los búlgaros. Como consecuencia de estos sucesos, el sultán de Turquía, Abd ul-Hamid II, después de tres décadas de gobierno, veía considerablemente reducido su control sobre Europa, a lo que se unía el hecho de que en julio de este mismo año el Comité de Unión y Progreso (como parte del movimiento reformista de los Jóvenes Turcos) forzara al soberano a establecer un Parlamento, lo que ponía fin a su régimen autocrático (Christopher Clark, Sonámbulos. Cómo Europa fue a la guerra en 1914, trad. Irene Cifuentes y Alejandro Pradera, 4ª edición, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2019 [2015]; Standford J. Shaw & Ezel Kural Shaw, History of the Ottoman Empire and Modern Turkey, Cambridge, Cambridge University Press, 2005 [1977], vol. II (Reform, Revolution and Republic: The Rise of Modern Turkey, 1808-1975)).
[9]
Se alude implícitamente a la pérdida de las últimas colonias españolas en 1898 y se hace mención manifiesta a las islas Carolinas, que España vendería a Alemania un año después.
[10]
Se menciona la tópica comparación entre el estado y el cuerpo humano, que el zar de Bulgaria considera inexacto aplicar al caso de la independencia de su país respecto a Turquía.
[11]
El Emperador de Austria (véase nota 23) afirma que la patria aumenta o disminuye en cuanto a territorio se refiere “según el estado de los humores internos en relación con el ambiente externo”. Se compara, así, el estado de las naciones con los humores que, según la medicina hipocrática, componían los fluidos del cuerpo humano; las coyunturas, con el ambiente al que está expuesto cualquier viviente.
[12]
En el texto se critica el carácter poco civilizado de las naciones, incapaces de resolver los conflictos a través de la palabra, y se dice que “los símbolos del derecho son el león, el águila, el oso, el leopardo, el castillo, la espada y la granada”. Esta alusión a los símbolos del derecho conecta al final del texto con la crítica a una sociedad inepta, comparable a la fauna de la selva.
[13]
Al inicio del texto, se hace alusión a las habilidades sobrenaturales de uno de los personajes dialogantes, Eusapia Paladino (véase nota 20), que protagoniza en este diálogo una sesión de espiritismo. La magia es, más que una materia, el elemento que permite, en parte, el intercambio comunicativo. Se menciona, además, a Camille Flammarion, astrónomo francés que abrazó la doctrina espiritista.
[14]
En el texto dialogan los soberanos de diferentes naciones (Austria-Hungría, Bulgaria, Turquía) y cada uno aborda los conflictos tocantes a su territorio. Se mencionan otras naciones (Francia, España y Egipto, entre otras), cuyos casos particulares se colocan al servicio de la materia central, a saber, los sucesos políticos de los que se hace eco el diálogo (véase nota 8) y la definición del concepto de patria.
[15]
El sultán de Turquía (véase nota 22) se duele de su pérdida de poder y de la de otros soberanos musulmanes (el sultán de Marruecos, el sultán de Egipto) frente a los gobernantes de otros países donde se practica diferente religión (“el católico Paco-Pepe”, en alusión al emperador de Austria, y “el protestante Guillermo”, emperador de Alemania, entre otros) y el jefe de la Iglesia Católica (“el Papa entendiéndose con todos”). Por otro lado, se menciona la excomunión del zar de Bulgaria y, a raíz de ello, a Pedro II de Aragón, “el de las Navas”, en alusión al papel del monarca en la batalla de las Navas de Tolosa.
[16]
Se mencionan, entre otros hechos y personajes históricos, a Pedro II de Aragón (“el de las Navas”, en alusión al papel del rey en la batalla de las Navas de Tolosa) y la pérdida de las últimas colonias españolas en 1898. La presencia de esta materia histórica, unida a la discusión en torno a los mencionados sucesos de la actualidad política (véase nota 8), favorece la abstracción de elementos comunes y se coloca al servicio de la definición del concepto de patria, central en el diálogo.
[17]
El diálogo se presenta como una entrevista que tiene la siguiente peculiaridad: el entrevistador es un periodista que visita a una médium y le pide que invoque a los espíritus de varios soberanos del actual panorama europeo para hacerles unas preguntas. De tal modo que cada uno de los espíritus que invoca la espiritista, Eusapia Paladino, hablan por boca de ella. Los espíritus invocados son el Emperador de Austria, el Zar de Bulgaria, el Sultán de Turquía y, por último, Maquiavelo, que presenta la diferencia respecto a los demás de no ser un personaje de actualidad, participante de los conflictos políticos que refleja el diálogo, sino que es un personaje histórico.
[18]
No se especifica el nombre del entrevistador. Tan solo se alude a su profesión de periodista.
[19]
Se sabe que este interlocutor es periodista por algunas alusiones (“Parece imposible que seas periodista y no comprendas”) y por la función que desempeña en el diálogo: entrevistar al Emperador de Austria, al Sultán de Turquía y al Zar de Bulgaria.
[20]
Esta interlocutora es ficcionalización de la médium italiana Eusapia Palladino. Nacida en 1854, en el momento de publicación del texto era conocida en toda Europa por sus sesiones de espiritismo, que suscitaron la curiosidad de la comunidad científica y se sometieron a examen en varias ocasiones. Entre las investigaciones que se llevaron a cabo, destaca la que realizó el Institut Général Psychologique de París, entre 1905 y 1907, y la de la Society for Psychical Research en 1908 (Frank Podmore, The newer spiritualism, London-Leipsic, T. Fisher Unwin, 1910, págs. 87-144; Massimo Polidoro, “Eusapia Palladino, the Queen of the Cabinet. Part 1”, Skeptical Inquirer, 33, 3 (2009), págs. 30-32).
[21]
Esta interlocutora es espiritista y cumple la función de invocar a los espíritus de los soberanos a los que quiere entrevistar el periodista.
[22]
Este personaje es ficcionalización de Abd ul-Hamid II, sultán de Turquía entre 1876 y 1909.
[23]
Este personaje es ficcionalización de Francisco José I, emperador de Austria desde 1848 hasta su muerte en 1916.
[24]
Este personaje es ficcionalización de Fernando I de Bulgaria, que gobernó como príncipe reinante (knyaz) desde 1887 y, en 1908, aprovechando la crisis creada por la anexión de Bosnia-Herzegovina, declaró la independencia de su país y se proclamó zar de los búlgaros (véase nota 8).
[25]
Este personaje es ficcionalización del célebre pensador Nicolás Maquiavelo.
[26]
El Sultán de Turquía, el Emperador de Austria, el Zar de Bulgaria y Maquiavelo aparecen en la ficción conversacional en forma de espíritus invocados.
[27]
El diálogo contiene la cita de dos versos en catalán.
[28]
El Globo inició su andadura en 1875 como diario ilustrado; posteriormente, empezó a llevar el subtítulo de “diario independiente” y dejó de incorporar ilustraciones (Cf. Hemeroteca Digital de la BNE: http://hemerotecadigital.bne.es/details.vm?o=&w=2171-0082&f=issn&l=500).
|