Ediciones facsímiles |
Código: 1 Título: España: semanario de la vida nacional Responsable: Madariaga, Salvador de (introducción), Tuñón de Lara, Manuel y Montero, Enrique (estudio) Publicación: Vaduz – Madrid, Topos Verlag – Turner, 1982.
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Notas |
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Nombre de una sección de crítica teatral que se publicó en el semanario España (1915-1924) entre el número 88, del 28 de septiembre de 1916 (Torres Nebrera, 2008, pág. 16, nota 7), y el número 392, del 20 de octubre de 1923. En esta sección participó con una gran frecuencia Díez-Canedo, aunque también le acompañaron otros autores, tales como el musicólogo Adolfo Salazar, Cipriano Rivas Cherif o “Juan Servien”, seudónimo correspondiente a un escritor que no hemos podido descubrir aún y que aparecerá como rúbrica en varias entregas. La Serie periodística alternará la versión del título aquí incluida y una abreviada, retirando el artículo “la”. Hemos optado por elegir la primera versión como título facticio por su mayor presencia entre los diálogos de la Serie periodística y por su mayor frecuencia de uso en la bibliografía crítica. Únicamente se publicaron siete diálogos en toda la Serie periodística.
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Con este seudónimo firma Díez-Canedo todos los diálogos de la Serie “La semana teatral”, incluido este. Jiménez León (2001) expone su procedencia: “Como se sabe, en El Criticón de Gracián la figura de Critilo se contrapone a la de Andrenio, el primero encarna la figura del hombre instruido y prudente, frente al hombre en estado salvaje que representa Andrenio” (pág. 171). Escasas líneas después, el investigador recomienda no confundir este apodo con la escueta firma “C.”, que aparecerá ocasionalmente: “En cualquier caso, el pseudónimo ‘Critilo’ ha servido en buena medida para dificultar el problema de las atribuciones de reseñas, porque en algunas ocasiones al pie solo aparece una ‘C.’, que igual puede corresponder a ‘Critilo’ que a ‘Critón’ o ‘Critias’ (ambos escribían en España, y el primero firmaba con frecuencia en ‘La semana teatral’), o incluso a ‘Canedo’, nombre con el que también se conocía a nuestro crítico en los círculos intelectuales. En algunas reseñas es seguro (por el talante de los libros reseñados) que la misteriosa C. no equivale a Díez-Canedo” (pág. 171); hasta la fecha no hemos descubierto qué nombres podrían ocultar estos seudónimos. Debe añadirse que Díez-Canedo también firmó algunas publicaciones de esta sección con su nombre y primer apellido (o, en su defecto, con las iniciales de estos: “E.D.C.”).
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Su producción poética se transmitió a través de varios libros, tales como Versos de las horas (1906), La visita del sol (1907), La sombra del ensueño (1910) o El desterrado (ya en 1940). Por otra parte, su labor como crítico literario y reseñador dejó colaboraciones en múltiples publicaciones periódicas, de las que son ejemplo El Sol, La Voz, La Pluma o Índice. Por último, en su nómina de autores traducidos encontramos a Baudelaire, Heine, Montaigne, Dumas, Stendhal, Verlaine o Walter Whitman, entre otros.
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