[1]
Todas las ediciones modernas de los siglos XX y XXI se refieren al diálogo con este título abreviado. Hay dos cuestiones que vale la pena destacar sobre este procedimiento: el término “diálogo” se descarta por considerarse innecesario, quizás como resultado de un enfoque historiográfico, en detrimento del estudio de los aspectos literarios; el uso de un título que no identifica de cuál de los dos diálogos de Diogo do Couto trata la edición, que revelaría una aceptación implícita de la idea de que el segundo diálogo es una versión mejorada del primero, un concepto cuestionado en la edición de "O Primeiro Soldado Prático" en 2001.
[2]
En el manuscrito de 1611, el único en que se encuentran juntos los dos diálogos de Diogo do Couto, hay una dedicatoria al Conde de Salinas y Ribadeo, Duque de França Villa (sic por Francavilla), Diego de Silva y Mendoza (1564-1630), noble y poeta criado en la corte de Madrid que ocupó cargos administrativos en Portugal, llegando a ser virrey en 1616. Sin embargo, esta dedicatoria atañe solamente al “Diálogo del soldado práctico que trata dos engaños e desengaños da India,” no al “Dialogo do Soldado pratico Portugues entre hum Governador nouamente eleito e hum soldado antigo”.
[3]
Un soldado con mucha experiencia en la India y que viene a Portugal para resolver problemas burocráticos despierta el interés de los interlocutores al hacer duras críticas contra la negligencia y la corrupción en el gobierno de los almacenes comerciales en Asia. El diálogo se divide en tres partes correspondientes a tres visitas del Soldado a la casa del Despachador en días consecutivos, siempre obedeciendo las insistentes invitaciones del anfitrión. Cada parte está dividida en escenas, pero esta división no significa una aproximación al texto teatral: cada escena corresponde a un tema diferente de discusión; esto siempre ocurre en el mismo escenario, sin ninguna indicación de gestos o movimientos.
[4]
Los críticos modernos como António Coimbra Martins y Ana María García Martín han realizado una comparación entre los “Soldados” de los dos diálogos de Diogo do Couto. Recopilan datos sobre la edad (40 años de experiencia en la India en el primero y 60 años de vida en el segundo) y características retóricas (diferencia cuantitativa en el uso de oraciones proverbiales). Su propósito es la correcta datación de las obras y la refutación de la tesis de que el segundo diálogo es una versión corregida del primero.
[5]
El uso de idiomas extranjeros en el “Diálogo do soldado prático, que trata dos enganos, e desenganos da Índia, feito por Diogo do Couto cronista, e guarda-mor da Torre do Tombo da Índia” es escaso en comparación con el otro (“Dialogo do Soldado pratico Portugues [...] entre hum Governador nouamente eleito e hum soldado antigo”). La lengua castellana aparece en la cita de las “Coplas de Mingo Revulgo”, que el Soldado atribuye a Fernando (Fernão) del Pulgar: “Modorrado con el sueño,/ no lo cura de almagrar/ como quien no espera dar/ cuenta dello a ningún dueño;/ quanto yo no amoldaría/ lo de Cristóval Mexía/ ni del otro tartamudo,/ ni del meco moro agudo:/ todo va por una vía”. El idioma latino aparece en el uso de expresiones vulgarizadas como “ab intestado”, en el título de libros como “De Corruptis Artibus” y en cortas frases exclamativas “Triumphet! Triumphet!”. También el término griego “meilichioi”.
[6]
Aunque se reunieron en esta misma edición, los dos diálogos de Couto están numerados independientemente. Después de la introducción entre las páginas V a XIV, y la dedicatoria al Conde de Salinas y Ribadeo (sin numerar), aparece el “Diálogo del soldado práctico que trata dos engaños e desengaños da India”, ocupando las páginas 1 a 161. Sin embargo, al terminar este, la numeración se reinicia y el “Dialogo do Soldado pratico Portugues entre hum Governador nouamente eleito e hum soldado antigo” se extiende entre las páginas 1 y 110.
[7]
Si es cierta la informacion que contiene el manuscrito pegada en un billete por la Biblioteca Nacional de Portugal en la primera hoja de guarda, este ejemplar es apógrafo: algunos fragmentos de la obra fueron copiados por Diogo do Couto; la dedicatoria, el cumplimiento, la fecha y la firma también son de mano del autor.
[8]
Esta edición se reimprime sin cambios sustanciales en 1954 y 1980. En 2008, António Esteves revisa por primera vez la edición realizada por Rodrigues Lapa.
[9]
Es el pseudónimo de José Gomes Brás.
[10]
António Esteves revisa por primera vez la edición realizada por Rodrigues Lapa, varias veces reimpresa sin cambios.
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