Repertorios bibliográficos |
Antonio, N. Nova, I, pág. 455
CCPBE, n. 000010431-0, n. 000010432-9 y n. 000156278-9
Fernández Valladares. Burgos, n. 344 y n. 390
Palau, XII, n. 206.840, n. 206.841 y n. 206.842
Simón Díaz. BLH, X, n. 2873, n. 2876 y n. 2877
OTROS: A. Castillejo Benavente, La imprenta en Sevilla en el siglo XVI (1521-1600), Sevilla, Editorial Universidad de Sevilla, 2019, I, n. 175
Michel-Ange [de Narbonne], 1913, pág. 46 y 1914, págs. 6-7
Pérez García, 2006, n. 332, n. 333 y n. 334
Quirós García, 2010, n. 51, n. 52 y n. 53
I. Rodríguez, “Autores espirituales españoles (1500-1700)”, en Repertorio de Historia de las Ciencias Eclesiásticas en España, 1971, 3, págs. 548 y 550
Ros, 1936, pág. 169.
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Notas |
[1]
Se incluye como variante de nombre ya que aparece así, incorrectamente alfabetizado, en muchos catálogos y en bibliografía secundaria.
[2]
No existen datos precisos sobre la fecha de nacimiento de Francisco de Osuna. A partir de las referencias personales presentes en sus escritos, Michel-Ange [de Narbonne] (1913, pág. 1) calculó que debió de nacer entre 1495 y 1500, probablemente en 1497. Considerando esos mismos testimonios así como la cronología (mejor establecida) de la vida de Osuna para la década de 1520, Fidèle de Ros (1936, págs. 6-7) adelantó su fecha de nacimiento al periodo 1490-1493, inclinándose por la fecha de 1492. Esta misma data es la que adopta Saturnino López Santidrián (“Introducción”, en Francisco de Osuna, Tercer Abecedario Espiritual, Madrid, BAC, 1998, pág. 5).
[3]
Cf. Ros, 1936, pág. 160.
[4]
Cf. Michel-Ange [de Narbonne], 1913, págs. 1-2; Ros, 1936, págs. 4-5.
[5]
Se desconoce todavía el lugar donde se produjo el fallecimiento de Francisco de Osuna (Ros, 1936, pág. 160). De hecho, sabemos muy poco de su vida tras el regreso a España desde los Países Bajos a finales de 1536 o principios de 1537 (Ros, 1936, págs. 159-160). No obstante, algunos datos apuntan en el sentido de que pudo pasar los últimos años de su vida en la ciudad de Sevilla, donde podría haber fallecido. Se ha podido documentar que Francisco de Osuna predicó en la catedral de Sevilla en la primavera de 1537 (Archivo de la Catedral de Sevilla, Libro del cargo e descargo de la mayordomía de la Fábrica, libro 60, fol. 12v. Conste aquí mi agradecimiento al Dr. José Antonio Ollero Pina por haberme indicado la existencia de este documento). Por otra parte, en el prólogo al Sexto Abecedario Espiritual, el último de los libros que escribió y que solo se publicó de manera póstuma (en 1554), explica que la duquesa de Béjar, doña Teresa de Zúñiga, que residía en Sevilla, le había encargado escribirlo a él, “un hombre tan llagado y enfermo como soy”; Osuna demuestra en este prólogo conocer detalles de la vida personal y familiar de la duquesa, que revelan su proximidad a ella (Francisco de Osuna, Abecedario Espiritual. V y VI Partes, estudio y edición de Mariano Quirós García, Madrid, Fundación Universitaria Española, 2002, vol. III, págs. 933-939; Ros, 1936, pág. 296), lo que podría indicar que efectivamente Osuna pasó en la ciudad los últimos años de su vida. La relación de Osuna con los duques de Béjar no se agota en este prólogo (Cf. Rafael M. Pérez García, “Espirituales, cortes señoriales y linajes nobiliarios. Construcción y desarrollo de climas sacro-espirituales de referencia social en la Andalucía de los siglos XVI y XVII”, Historia y Genealogía, 1 (2011), págs. 133-153, en especial págs. 142-143, 146).
[6]
Los problemas relativos al acceso y desempeño por parte de Francisco de Osuna del cargo de Comisario general de la orden de San Francisco en las Indias occidentales, título que figura en las portadas de las tres ediciones del Norte de los estados, fueron estudiados de manera pionera y crítica por Michel-Ange [de Narbonne], 1913, págs. 1-63, y por Ros, 1936, págs. 110-119. Después de ellos, y hasta la fecha, la investigación no ha aportado nada a esta cuestión, que necesita ser revisada en el futuro.
[7]
Diego II López Pacheco nació hacia 1504 o 1505 del matrimonio de su padre homónimo (a quien Osuna dedicara el Tercer Abecedario Espiritual en 1527) y de su esposa Juana Enríquez, hija del almirante de Castilla y prima de Fernando el Católico. Fue el único hijo varón superviviente del matrimonio, y por tanto heredero de ambos. En 1529, a la muerte de su padre, se convirtió en duque de Escalona y heredó sus otros títulos. En 1525 casó con doña Luisa de Cabrera y Bobadilla, nieta de los primeros marqueses de Moya, Andrés de Cabrera y doña Beatriz de Bobadilla, ambos de notorio origen judeoconverso y personas de la máxima confianza de la reina Isabel la Católica, quien les premió con tal título nobiliario; la mancha de origen no impidió el fulgurante ascenso social de los Cabrera dentro de la aristocracia castellana y de la corte durante el siglo XVI. Por ello, este enlace reforzó la posición de Diego II López Pacheco como uno de los principales aristócratas de Castilla en tiempos de Carlos V. Estuvo presente en la boda del emperador en Sevilla en 1526, y lo acompañó en 1530 a su coronación imperial en Bolonia (Cf. Alfonso Franco Silva, Entre la derrota y la esperanza. Don Diego López Pacheco, Marqués de Villena [mediados del siglo XV-1529], Cádiz, Universidad de Cádiz, 2005, págs. 83-98; Enrique Soria Mesa, La realidad tras el espejo. Ascenso social y limpieza de sangre en la España de Felipe II, Valladolid, Universidad de Valladolid, 2016, págs. 111-113; Enrique Soria Mesa, La biblioteca genealógica de don Luis de Salazar y Castro, Córdoba, Universidad de Córdoba, 1997, pág. 71; Ros, 1936, págs. 653-654). Obviamente tuvo estrecho contacto con el círculo espiritual de Escalona, donde coincidieron en la década de 1520 algunos de los llamados alumbrados de Toledo y el propio Francisco de Osuna (Rafael M. Pérez García, Sociología y lectura espiritual en la Castilla del Renacimiento, 1470-1560, Madrid, Fundación Universitaria Española, 2005, págs. 205-206). A pesar de la importancia de su figura, durante su vida se confirmó la pérdida definitiva del marquesado de Villena para el linaje Pacheco al fracasar en el intento de que Carlos V le devolviera este señorío que le arrebataran los Reyes Católicos a su padre a causa del apoyo prestado a Juana la Beltraneja durante la Guerra de Sucesión Castellana (Alfonso Franco Silva, La pérdida definitiva del marquesado de Villena. Don Diego II López Pacheco, Cádiz, Universidad de Cádiz, 2007). Falleció en 1556.
[8]
Esta fecha corresponde a la edición sevillana que se considera editio princeps del Norte de los estados.
[9]
El Norte de los estados está construido sobre los principios de la teología moral católica de la época. Como libro dedicado a los estados de la vida del cristiano, contiene una nutrida información sobre la soltería, la virginidad, el desposorio, el matrimonio y la viudedad. Para ello, la obra se organiza temporalmente como un recorrido a lo largo de las etapas de la vida, abarcando la infancia, la juventud, la madurez, la vejez y la muerte. Hacia todas ellas muestra un interés educativo de marcado carácter religioso y práctico.
[10]
El propio Francisco de Osuna se presenta como uno de los dos interlocutores del diálogo.
[11]
Sobrino del interlocutor Autor.
[12]
Villaseñor pasa por esos estados a lo largo de la obra.
[13]
La existencia de un ejemplar en la Biblioteca Pública de Córdoba, 21-80, mal catalogado como impreso en Sevilla, Bartolomé Pérez, 1541 (sic), genera una edición imaginaria. En realidad corresponde a la edición burgalesa de 1541, véase Cod. 2.
[14]
Persiste todavía una edición imaginaria de Sevilla, Juan Cromberger, 1536, originada seguramente por Sánchez. Aragón s. XVI, n. 251 (en nota) y perpetuada por Wilkinson. IB, n. 9101 y el USTC, n. 348521. Nada dice de ella Quirós García (2010), que tampoco remite a Griffin, quien, lógicamente, no la registra; tampoco la toma en consideración Castillejo Benavente.
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