[1]
Las variantes del título corresponden a los títulos y subtítulos que se utilizan en las distintas partes del diálogo.
[2]
Fue dedicatario también de obras de Hernán Núñez, Juan Ginés de Sepúlveda, Eugenio de Salazar, Pedro de Navarra, etc. (Marías 2016, págs. 600-601).
[3]
El planteamiento enlaza con los ‘Sueños alegóricos’ y también con el corpus metafórico del cuerpo como ‘fábrica’ o construcción.
[4]
La “buena alquimia” se considera también un saber vinculado a la medicina (fol. 84v), aunque se desacredita la búsqueda de la “quintaesencia” (fol. 102r).
[5]
Las edades del hombre, representadas en el sueño por una fortaleza que después de haber sido construida va deteriorándose hasta caer por los suelos, se explican con detenimiento en el diálogo (fols. 127r y ss.).
[6]
A propósito de las preguntas del marqués sobre el “espíritu vital”, el doctor explica que se trata de cuestiones pertenecientes a la filosofía y a la metafísica, no a la filosofía natural, pero defiende que el médico debe tener algún conocimiento de tales disciplinas (fols. 84r y ss.).
[7]
La naturaleza, entendida como causa segunda, es asunto recurrente en la obra.
[8]
El marqués de Mondéjar, Luis Hurtado de Mendoza, era en 1551 Presidente del Consejo de Indias y miembro de los Consejos de Guerra y Estado.
[9]
Se trata del propio Montaña de Monserrate.
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