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Los asuntos políticos abundan en el enfrentamiento entre los interlocutores; el siglo XIX reivindica la revolución industrial glorificando al obrero, «mi creación viviente […] el guerrero de la Paz, el soldado del Trabajo», mientras que el XX denuncia cómo la aplicación por su predecesor del derecho del más fuerte ha hecho a España «arder de guerras civiles» y perder «sus colonias en desigual pelea contra los Estados Unidos».
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El enfrentamiento entre dos siglos consecutivos podría verse adecuadamente reflejado en la oposición que suele producirse entre las distintas edades de la vida.
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Matilde Ras vislumbra los siglos XIX y XX entre los perfiles que Víctor Hugo sueña en su poema épico La leyenda de los siglos, y los personifica: al siglo XIX como la figura de un hombre «ágil y joven, [que] va vestido de mecánico y lleva la noble cabeza descubierta», y al XX como un «adolescente equipado como un guerrero actual, cubierto con resplandeciente casco».
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El texto contiene una cita en francés: dos versos del poema de Víctor Hugo, «Les feuilles d’automne», que la autora pone en boca de la personificación del siglo XIX, enorgullecido de haber propiciado las obras de grandes hombres.
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